San Juanito (Anónimo)

 

San Juanito (Anónimo)

Fotografía: Diego Posada

San Juanito.

Anónimo sevillano.

Décadas de 1640 a 1660.

Hospital de la Santa Caridad, Sevilla.

Madera tallada, dorada, policromada y estofada.

 

En España, las figuras infantiles de Jesús y su primo San Juan Bautista generaron gran afectividad en los conventos femeninos de clausura desde inicios del Barroco. Los Niños Jesús fueron realizados de talla completa con la anatomía perfectamente tallada y policromada, aunque fueron concebidos para vestir; mientras, el santo precursor se representó con la piel de camello tallado, como este que analizamos, y, en contadas ocasiones, con toda su anatomía bien acabada para vestir.

Este San Juanito está de pie sobre un suelo rocoso apoyando el pie derecho en una pequeña roca y dejando ver su pierna descubierta, una postura distinta a otras versiones de esta iconografía que puede verse en esta exposición. El tipo de suelo hace referencia a su predicación en el desierto, su iconografía habitual. Viste la piel de camello, en este caso de tono dorado, que está ajustado a la cadera con un cinto y, en su parte superior, muestra las vedijas, vellones o mechones de lanas en la parte superior; además, deja el hombro derecho al descubierto como reflejo del movimiento del brazo. El santo señala hacia abajo con el dedo índice de la mano derecha para que dirijamos nuestra mirada hacia el cordero situado en el suelo en el lado izquierdo. Con la otra mano sujeta el lábaro con las palabras referentes al Agnus Dei.

Esta imagen fue realizada por un artista activo en Sevilla a mediados del siglo XVII, posiblemente, José de Arce u otro escultor muy cercano a su influencia, según las características del peinado: raya en un lado, remolino del flequillo en la parte superior de la cabeza y terminación de los mechones laterales en bucles, algo revueltos. El modelo de figura infantil realizado en el arte sevillano evolucionó desde los cabellos rizados dispuestos en tres volúmenes que Martínez Montañés puso de moda y difundieron los discípulos, como Juan de Mesa, y sus seguidores, como Francisco de Ocampo. Con la llegada del escultor José de Arce a Sevilla hacia 1636 se impuso un nuevo concepto más naturalista en el peinado de las figuras infantiles con la raya en un lado, como los ángeles del retablo de San Juan Bautista de la iglesia conventual de Santa Paula de Sevilla, o los del retablo de la parroquia de San Miguel de Jerez de la Frontera o el Niño Jesús de la hermandad de Jesús Nazareno de Carmona. Un modelo que difundieron sus seguidores, entre ellos, Felipe de Ribas (1609-1648), Alfonso Martínez (1619-1668), etc. Existe el problema de identificar, correctamente, a estas figuras infantiles por falta de obras documentadas, pues las atribuciones aún son confusas. Por ejemplo, en esta imagen apreciamos el estilo de Arce en el tratamiento técnico de los cabellos; sin embargo, las cejas arqueadas y el dibujo de sus ojos, que los hace diferentes a otras figuras infantiles de José de Arce, no lo apreciamos en las esculturas del artista flamenco ni en las de Alfonso Martínez.

 

José Luis Romero Torres

 

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