
San Juan Bautista del Convento de Santa Isabel

Fotografía: José María Pichardo
San Juan Bautista.
Anónimo sevillano.
Década de 1630.
Congregación filipense. Iglesia. Convento de Santa Isabel, Sevilla.
Madera tallada, policromada y estofada.
Esta imagen fue realizada para el retablo mayor de la iglesia conventual de Santa Isabel, cuya historia es escasa y confusa. Se ha identificado con el mencionado en la carta de pago otorgada por Juan de Mesa y el ensamblador Antonio de Santa Cruz en 17 de septiembre de 1624, del retablo que realizaban para esa iglesia, sin especificar su ubicación, por encargo del obispo Luis Camargo. Consideramos que ese documento no hace referencia a este retablo. Además, la profesora Teresa Dabrio apreció la huella del estilo de Felipe de Ribas en los ángeles del ático, un artista que inició su actividad artística en Sevilla en 1630. La imagen de San Juan Bautista fue desplazada a un altar lateral de la iglesia.
El santo tiene cuerpo robusto, está erguido y lleva vestido de piel de camello tallado con cuello de pico. De su hombro izquierdo, cuelga un manto rojo estofado que cae sobre la roca que hay a su lado. Tiene una característica barba poblada y un peinado con volumen de rizos en la frente. El pie izquierdo, apoyado sobre una roca dejando ver la anatomía de la pierna, y el brazo izquierdo, cruzado por delante de la figura, contribuyen a dar cierto movimiento a la imagen. El santo descansa la mano izquierda en la roca que existe en ese lado, en donde está el simbólico cordero. La composición deriva de la versión atribuida a Martínez Montañés que conserva el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, procedente del convento sevillano de la Concepción, una obra que los historiadores fechan entre 1625 y 1635. La imagen de la exposición no es obra del Dios de la Madera por la gran diferencia en el tratamiento del ropaje y los cabellos.
La escultura que estudiamos tampoco es obra de Juan de Mesa, porque sus rasgos formales se diferencian de las versiones de San Juan Bautista hechas por el escultor cordobés: la del Museo de Bellas Artes de Sevilla (1623-1624) para la Cartuja de Santa María de las Cuevas, y la atribuida del convento de Santa María La Real de Bormujos (hacia 1625). El tratamiento técnico de la cabeza y el volumen de los característicos plegados de esas dos esculturas difieren, enormemente, de esta imagen.
También ha sido atribuido al escultor Juan de Remesal, coetáneo de Martínez Montañés y de Mesa, quien, junto a Francisco de Ocampo, asumió en 1628 la continuación de las esculturas del retablo mayor del monasterio de Santa Inés que quedaron sin terminar por muerte de Mesa. En esa obra realizó un San Juan Bautista, cuyos rasgos formales difieren del santo precursor del convento de Santa Isabel. Por tanto, hasta nuevas aportaciones, tendrá que ser considerada obra anónima sevillana.
José Luis Romero Torres

