San Juan Bautista adulto
Fotografía: Diego Posada
San Juan Bautista adulto.
Atribuida a Villegas Marmolejo o Pedro de Campaña.
1ª mitad del Siglo XVI.
Colección particular (D. Javier Arroyo).
Pintura al óleo sobre tabla.
En esta tabla de estilo hispano-flamenca representa al Precursor de Cristo de cuerpo entero y frontal al espectador, la figura del santo ocupa la mayor parte del espacio de esta composición, siguiendo la iconografía tradicional del Bautista que se venía llevando a cabo desde la Edad Media.
Se observa a un hombre de mediana edad, con el cabello castaño largo y con barba, está vestido en recuerdo de su estancia en el desierto, con túnica corta de piel de camello a modo de sayo, dejando la mitad del pecho desnudo, careciendo de cordón o cinturón alguno, también viste un mantolín rojo símbolo de su martirio, y que igual que el cabello ondea ligeramente en el aire hacia la derecha del cuadro.
Con la mano izquierda sostiene a la vez un libro como signo de su condición de profeta y encima el corderito blanco con nimbo que lo señala con su mano derecha, además porta una cruz de cañas y en ella se enrosca una filacteria en la que se puede leer en letra itálica de forma incompleta por la ondulación que presenta el conocido texto bíblico: “Ecce Agnus Dei qui tollit pecata mundi“ ( Este es el Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo). Esta conocida sentecia que el Precursor exclamó al ver llegar a Jesucristo a su bautismo, aparece en (Jn.1,29).
En el paisaje de fondo pueden apreciarse un celaje de nubes lejanas en la parte superior y una franja montañosa con plantas a cuyos pies discurre el río Jordán, lugar donde llevó a cabo el bautismo de Cristo.
La tabla ha sido atribuida por el profesor Valdivieso al pintor Pedro Villegas Marmolejo (1519-1596), fechadola hacia 1570, es una tabla que debe proceder de algunos de los retablos que fueron desmontado de una iglesia o convento con la Desamortización de Mendizábal en torno a 1835. Otros autores la atribuyen a Pedro de Campaña por su relación con los personajes del retablo mayor de la parroquia trianera de Santa Ana.
Gabriel Ferreras Romero y Javier Arroyo
