
San Juan Bautista
Fotografía: Diego Posada
San Juan Bautista
José María Romero
Óleo sobre lienzo (-x- cm.)
Sevilla, convento de Madre de Dios
En la clausura del convento de religiosas dominicas de Madre de Dios en Sevilla en 1980 identifiqué en la enfermería dos pinturas que forman pareja y que representan a San José con el Niño y a San Juan Bautista. Ambas obras presentan con total claridad el estilo del pintor romántico sevillano José María Romero (1816-1894), el cual fue uno de los principales artistas en el ámbito de la pintura romántica sevillana. Sobre estas dos obras dimos noticia en el pasado y aunque nunca se reprodujeron, siempre me parecieron ejemplares prototipos de la creatividad de este pintor.
Refiriéndonos concretamente al San Juan Bautista, hay que precisar que tanto por su composición, dibujo y colorido, muestra claras reminiscencias del estilo de Murillo, puesto que Romero, al igual que otros muchos pintores del romanticismo sevillano recogió influencias murillescas que en aquella época eran muy demandadas por la clientela sevillana.
La composición de esta pintura recoge la figura de San Juan en tres cuartas partes de su anatomía y le presenta en el desierto acompañado de su cordero que, familiarmente, sube sus patas sobre el precursor. Este sostiene la cruz de caña que siempre muestra en su iconografía, en la cual figura la filacteria con la frase “Ecce Agnus Dei” con la que anuncia a Cristo como cordero de Dios. Por otra parte, su expresión física evidencia su bien asumida misión de ser el que anunciaba la llegada del Mesías y por ello levanta su rostro hacia lo alto en busca del espíritu necesario para cumplir su trascendental cometido.
Bien resueltas están las suaves carnaciones del cuerpo semidesnudo de San Juan, modeladas a la perfección y también los matices rojizos que destacan sobre el manto que recubre la mitad de su figura.
Enrique Valdivieso

