
San Juanito
Fotografía: Diego Posada
San Juanito.
Anónimo sevillano.
Décadas de 1640 a 1660.
Hospital de la Santa Caridad, Sevilla.
Madera tallada, dorada, policromada y estofada.
En otra imagen de San Juanito que posee la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla, hemos comentado la evolución del tipo de peinado en la escultura barroca sevillana hasta la década de 1660. Un eslabón de esa cadena evolutiva es esta imagen, cuya composición es semejante a otro santo precursor que pertenece la hermandad de la Amargura.
Este San Juanito tiene el mismo tratamiento técnico de la piel de camello, que posee su compañero, pero difiere en la apertura de la falda que está en el lado contrario y en la trayectoria que lleva el cuello de la indumentaria borde de los mechones de lana pasa por debajo del brazo derecho. Otros elementos coincidentes son la dirección del brazo derecho hacia abajo señalando el cordero que descansa, que está situado a su derecha en esta obra, y la elevación del otro brazo sujetando el lábaro que anuncia el Agnus Dei. El santo está de pie sobre una roca, como es habitual, recordándonos su predicación en el desierto, y presenta la postura clásica praxiteliana: descansa el cuerpo apoyándolo sobre el pie derecho, que marca el eje de la composición, y flexiona la otra.
Esta imagen fue realizada por un artista activo en Sevilla entre las décadas de 1640 y 1660, según las características del peinado: raya en un lado, remolino del flequillo en la parte superior de la cabeza y terminación de los mechones laterales en bucle hacia arriba, muy remarcado en esta escultura, que se distancia de la soltura de las obras de Arce. Este modelo lo difundieron los seguidores del escultor flamenco, entre ellos, Felipe de Ribas (1609-1648), Alfonso Martínez (1619-1668), etc., y podemos apreciarlo en el Niño Jesús y el San Juanito de la parroquia de San Juan de la Palma. En los últimos estudios sobre escultura sevillana, algunas imágenes infantiles atribuidas a los Ribas se están identificando como obras de José de Arce o de Alfonso Martínez. Aún queda mucho por esclarecer en estas atribuciones por falta de obras documentadas.
La estética introducida por Arce fue aceptada en Sevilla antes de que Pedro Roldán desarrollara su actividad artística a partir de 1646; por lo que es errónea la afirmación de Antonio Palomino, publicada en 1724 en su Parnaso español pintoresco laureado, adjudicando a Roldán este cambio estético en las figuras infantiles, porque el pintor y tratadista desconocía que el escultor sevillano también fue seguidor de Arce en su primera etapa sevillana.
José Luis Romero Torres
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