San Juanito de Juan de Astorga
Fotografía: José María Pichardo
San Juanito.
Juan de Astorga.
Hacia 1820.
Monasterio de Santa Paula, Sevilla.
Madera tallada, policromada y estofada.
San Juan Bautista, el último de los profetas de Israel y el precursor del Mesías, era para los griegos el “Prodromos del Hijo de Dios”, la “fíbula” que unía el Antiguo y el Nuevo Testamento. El arte cristiano y la religiosidad del pueblo, siempre le ha reservado un espacio relevante y aparte de los demás mártires, popularizándose su representación en numerosas ocasiones con el Niño Jesús. Ambos, suelen aparecer jugando tiernamente mientras son observados de cerca por la Madre del Mesías. Para los artistas italianos de la infancia, era un tema amable, simpático y recurrente. Aunque popularmente los dos personajes se llevan unos meses de diferencia a lo que la edad se refiere, suele representarse a San Juan claramente como el mayor de los dos.
La escultura de Juan de Astorga es de bulto redondo y fue realizada alrededor de 1820 según los últimos estudios realizados. Estilísticamente, muestra algunos elementos claramente academicistas como contención expresiva, serenidad en su rostro, cierta idealización formal y una clara esquematización anatómica. Producto de su formación barroca, la contención de ademanes y gestos se ve alterada por el movimiento de sus brazos, la inclinación leve de su cabeza y especialmente por el adelantamiento de la pierna izquierda y la carga del peso corporal sobre la derecha, la cual, queda retrasada.
La imagen presenta un cuerpo levemente tallado. La cabeza es un poco ovalada, con cabello en masa y poco gubiado, destacando el copete que cae sobre la frente ampliamente despejada y pocos mechones o guedejas. Las cejas son finas y casi insinuadas, ojos de mirada serena y melancólica, nariz recta y fina y triángulo nasolabial un poco marcado. La cara muestra unos pómulos con unos frescores señalados y la boca es pequeña con labios finos y entreabiertos que deja entrever algunas piezas dentales. El cuello es fino y corto y los brazos, parte del torso y las piernas, son carnosos con especial relevancia el trabajo de los dedos de sus pies.
San Juanito, está vestido con una especie de túnica de piel de oveja que es sujeta en la cintura por un cinturón. Portará sobre su cabeza un nimbo de plata donde se alternan de manera secuencial rayos biselados de distintos tamaños. Su brazo derecho señala al suelo, quizás mostrando al Cordero Divino y su mano izquierda, sostiene un lábaro o cruz de caña con filacteria en su parte superior donde se lee “Ecce Agnus Dei” en clara referencia al Mesías.
Alberto Granados Román
